Las oficinas centrales de Valentia en la capital oscense, situadas en el número 10 de la Travesía Ballesteros, acogen desde esta semana una exposición permanente de 30 obras pictóricas realizadas por los usuarios de su Taller de Arte, dirigido desde hace cinco años por el artista Eduardo Cajal en el Centro Manuel Artero.
La exposición, que se puede visitar de lunes a viernes de 11 a 14 horas, está compuesta por una selección de obras encargadas a los usuarios hace unos meses para decorar las salas de la sede central. La entidad pretende, con esta y otras acciones, dar visibilidad a las habilidades de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, y dar valor a su trabajo en el mundo del arte. Las obras están a la venta y los beneficios obtenidos se destinarán a dar continuidad a este taller artístico.
Desde hace más de quince años, Valentia imparte talleres de arteterapia para las personas con discapacidad intelectual atendidas en sus centros asistenciales de la provincia: teatro, música, danza, pintura, cerámica… La arteterapia utiliza la creación artística como herramienta para facilitar y canalizar la expresión y resolución de emociones, y conflictos emocionales o psicológicos.
El arte es una herramienta fundamental para el desarrollo personal y social de las personas con discapacidad intelectual, y ofrece múltiples beneficios en la mejora de algunos trastornos asociados: mejora la expresividad y la comunicación de sentimientos y emociones, mejora la psicomotricidad, ayudando a las personas a adquirir destrezas manipulativas; desarrolla y potencia la expresividad y en, definitiva, es una herramienta que facilita la relación con los demás y la inclusión.
Además, la organización de exposiciones con sus obras aumenta la autoestima de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, que ven reconocido y apreciado su trabajo por parte del público.
El Taller de Arte del Centro Manuel Artero nació con el objetivo de ofrecer un medio de expresión y desarrollo personal a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Con cada usuario, se sondean las potencialidades creativas y se facilitan las herramientas más adecuadas a su lenguaje creativo. Se ha observado que la pintura es la técnica con la que fluye de una forma inmediata la sensibilidad individual, descubriéndose el estilo propio de cada artista.