Ellos son la razón de ser de nuestra entidad. Son especiales porque son únicos. Los usuarios, las personas con discapacidad intelectual a las que atendemos, son los protagonistas de la segunda fase de nuestra campaña de voluntariado, iniciada la pasada primavera con imágenes de voluntarios que colaboran habitualmente con nosotros.
El abrazo que usuarios y voluntarios nos mostraban en las imágenes de la campaña cambia de punto de vista. Ahora los usuarios pasan al primer plano y nos muestran su alegría junto a los voluntarios de Valentia.
Con esta campaña queremos mostrar el efecto que tiene el voluntariado en las personas. Por un lado, las personas atendidas en nuestra entidad muestran cada día su felicidad y gratitud por tener cerca a los voluntarios, personas que forman parte de su día a día y se convierten muchas veces en amigos y confidentes. Y por otro, los voluntarios reciben siempre mucho más: más cariño, más amistad, más sinceridad»¦
En nuestra campaña de voluntariado os mostramos casos reales, las vivencias de unos y otros contadas por ellos mismos: sus inquietudes, sus sentimientos, sus anécdotas»¦
¿Quién es quién? Te contamos su historia
Lorenzo Puzo es usuario de Valentia desde hace 14 años. Es tímido pero con Mª Paz Santolaria, voluntaria de Valentia desde hace más de seis años, se muestra siempre muy cercano y abierto. Y es que su historia es muy especial: cuando era un niño, Lorenzo visitaba el comercio de Mª Paz junto a su madre muy a menudo, pero con el paso de los años Mª Paz le perdió la pista. Varias décadas después, cuando Mª Paz llegó al Club de Ocio de Valentia para hacer voluntariado, se volvió a encontrar con Lorenzo. Para ambos, fue una de las sorpresas más bonitas de sus vidas. Desde entonces, hablan mucho de su familia y disfrutan yendo de excursión o visitando exposiciones.
Cristina Martín es usuaria de Valentia desde hace 6 años. Y su historia con Mari es una bonita historia de amistad y cariño que se ha ido forjando lentamente. Cristina es una persona muy cariñosa y agradece el apoyo que le han prestado los voluntarios en algunos momentos más tristes de su vida. «œEl día que se murió mi abuela, yo estaba muy triste. Mari estaba conmigo porque tocaba ensayar con el coro, y me ayudó mucho». Para Cristina, Mari es más que una voluntaria, es una amiga en quién se apoya y a quién quiere muchísimo.
Adrián Molina es usuario en nuestro centro de Fraga desde hace 7 años. Adrián es bromista, muy extrovertido y espontáneo. Pasan momentos muy divertidos con Mª Carmen Cabrera, voluntaria de nuestro centro desde hace un año, a la que saluda con un «œhola, princesa» cada día. «œEs divertida, sincera, es una buena amiga y yo me pondría muy triste si ella se fuera del centro», explica. Adrián destaca que, gracias a la labor de los voluntarios, los usuarios pueden realizan otras actividades como excursiones, la fiesta de la espuma, ir a las piscinas o a la playa, a jugar a los bolos o al cine. Le encanta aprender nuevas recetas de cocina con los talleres que imparten los voluntarios y valora enormemente las enseñanzas y consejos que le aportan.
Sergio Sarasa es usuario en nuestro Centro Ignacio Claver de Martillué desde hace 5 años. Es simpático, sincero, espontáneo y le encanta preguntar dudas a los voluntarios que acuden al centro. Disfruta conversando con ellos. Como las charlas que tiene con Ramón Faro, voluntario que les enseña a pintar desde hace 21 años y al que considera ya un amigo. «œHablamos con él como si fuera alguien de nuestra familia. Lo apreciamos mucho. Ramón nos ha enseñado a pintar y a ser creativos, pero también a compartir», explica Sergio. Siempre se alegran de verle y lo echan de menos cuando no puede acudir a su clase. «œHace un tiempo se cayó de una escalera y no pudo venir, y estábamos todos muy preocupados y deseando que se volviera», recuerda Sergio.
Veréis sus rostros en mupis y carteles por la provincia de Huesca. Y os invitamos a seguir sus historias reales en nuestras redes sociales (Facebook, Twitter, Youtube e Instagram).
Ser voluntario es una experiencia única. ¿Te atreves a vivirlo?