El otoño en Valentia es sinónimo de Vino Amigo. Un proyecto que nació en colaboración con Bodegas Enate hace ahora siete años y que rebosa ilusión, arte y vida. Un vino elaborado con las mejores uvas y con la colaboración de las personas con discapacidad intelectual que participaron en la vendimia.
Con este vino se invita a descorchar solidaridad ya que los beneficios recaudados gracias a esta iniciativa se destinarán a los talleres de arte que Valentia desarrolla en todos sus centros. Talleres dónde las personas con discapacidad intelectual mejoran sus habilidades de comunicación y expresión.
Nuestro Vino Amigo significa inclusión y compromiso y este año más que nunca, significa además arte y amistad. Cada año, la etiqueta de estas botellas de edición limitada refleja la obra de un artista vinculado con Valentia. Y en esta ocasión, la obra «Cepa» nace del estudio de Eduardo Cajal. Un artista inquieto y provocador, estrechamente vinculado a nuestra entidad en la que dirige el Taller de Arte en el Centro Manuel Artero. En su opinión, «œuno de los proyectos más satisfactorios» de toda su carrera.
«Cepa» es el resultado de la convivencia en el taller de arte de Valentia
De una vinculación tan especial, no podía surgir otra cosa que una obra única: «œCepa». Para el artista, «œla cepa es el inicio de todo el proceso de creación del vino. Actualmente este proceso tiene un gran componente tecnológico y, por eso, decidí unir los conceptos de tecnología y naturaleza. La estructura de aluminio representa la modernidad mientras que la madera simboliza la tierra, el origen de todo».
Y, por supuesto, los usuarios de nuestros talleres son un pilar fundamental en esta obra: «œCada día intercambiamos ideas, conceptos y visiones diferentes. Las personas con discapacidad intelectual viven muy intensamente el momento presente y, al plasmar esa energía y ganas de vivir en obras artísticas, el resultado es una bocanada de aire fresco y alegría. «Cepa» es el resultado de todos esos momentos maravillosos vividos en el taller», admite Eduardo.
Eduardo Cajal explica que para las personas con discapacidad intelectual, el arte es «œuna forma de crear una identidad individual propia. A través de las obras, los artistas hablan de tú a tú con el espectador». Por eso, los talleres juegan un papel esencial en la vida de los usuarios. «œLas exposiciones y eventos en los que participamos, nos permiten socializar y conocer gente, algo fundamental para conseguir la inclusión», añade Cajal.
La implicación de Cajal y nuestro equipo de artistas en el proyecto no se reduce solo a la obra sino que llega ¡incluso al proceso de producción del vino! Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de pasar un día recogiendo uva junto al personal de Enate. Una experiencia maravillosa en contacto con la naturaleza que nos unió todavía más y que hemos condensado en este pequeño vídeo que os invitamos a ver.
¡Un vino con el que brindar por la vida, por la amistad y por la inclusión!
A la venta en Semonia, en Brotalia y en los centros de Valentia.
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