Hay cuatro ingredientes básicos para sumarse al voluntariado en Valentia Social: tiempo, ganas, compromiso y estar dispuesto a experimentar un cambio profundo en la sensibilidad hacia las personas con discapacidad intelectual. Si además se dispone de una habilidad especial, seguro que ayuda. Pero, como explica Miguel íngel López, gerente de Valentia, «œpara ser voluntario lo más importante es querer compartir tu tiempo y estar abierto a establecer una conexión con las personas a las que se acompaña que tiene un nombre claro: amistad».
Por eso, Alberto Cabrero, responsable de Voluntariado en Valentia, se emociona cuando explica el tipo de relación que se genera entre las personas con discapacidad intelectual y los voluntarios. «œEn los tres programas de voluntariado que ofrece Valentia Social se esta trabajando para contar con personas que quieren compartir lazos, entablar una amistad sincera con las personas con discapacidad intelectual».
Es el caso del programa de Voluntariado tutelar, por ejemplo, al que se han sumado ya seis personas en Huesca y Martillué. «œEs un tipo de colaboración recíproca que se basa en los mismos principios que la amistad: estar cuando se necesita y ofrecer sin esperar nada a cambio», explica Alberto Cabrero. «œEs un apoyo emocional muy fuerte», añade. Y se entiende bien cuando cuenta la historia de una profesora que ha recuperado el contacto con su alumna- usuaria del centro Ignacio Claver de Valentia en Martillué- y comparten, junto a sus hijos y su pareja, los planes de fin de semana, la Navidad y mantienen un contacto permanente y significativo.
También está creciendo el interés entre los trabajadores de los centros de Valentia, que quieren compartir tiempos y espacios diferentes con las personas con discapacidad intelectual a las que atienden, siempre que éstas estén de acuerdo y muestren el mismo interés. En este caso, recuerda Alberto Cabrero, es fundamental que las actividades y apoyos que se realizan de manera voluntaria sean completamente diferentes a las que se ofrecen como profesionales. «œLa base del voluntariado es que nunca supla el trabajo de ningún profesional. El voluntario no puede obtener ningún beneficio económico por su colaboración, pero tampoco puede equipararse en ningún caso a una actividad profesional», explica.
Precisamente por eso, las 43 personas que colaboran actualmente con Valentia Social están oficialmente dados de alta en el registro de voluntarios, lo que conlleva contar con un seguro que cubra las horas que dedica a la entidad.
De ellos, la mayoría desarrollan su papel como voluntarios en el programa de apoyo a centros o servicios. «œColaboran en actividades de ocio, deportivas, colaboran en los talleres ocupacionales, en las residencias y en las viviendas»¦. Hay opciones para todas las personas que quieran, de verdad, compartir una parte de su tiempo, ¡merece la pena!», concluye Alberto Cabrero.
Se buscan voluntarios: ¿te sumas?
Para las personas con discapacidad intelectual, el apoyo emocional que reciben de los voluntarios les ayuda a completar su proyecto de vida. Cuando la pregunta se le hace a los voluntarios, la respuesta es siempre la misma: difícil explicar con palabras todo lo que se recibe. Valentia Social ofrece diferentes vías de colaboración que se adaptan al tiempo, las preferencias y las habilidades de cada voluntario. Incluso a raíz de la pandemia, se ha puesto en marcha el Voluntariado telemático, que permite compartir el tiempo a distancia. Una videollamada, una sesión de lectura en grupo e incluso clases de danzaterapia se han puesto en marcha este año gracias a las nuevas tecnologías.
¿Quieres ser voluntario? Inscríbete en: www.valentiahuesca.org/hazte-voluntario/
El CV del voluntario
El compromiso y la actitud que muestran las personas que realizan actividades de voluntariado representa con frecuencia un valor diferencial que les convierte en candidatos muy apreciados en los departamentos de recursos humanos de las empresas. Pero además, los tres programas de voluntariado de Valentia Social forman parte del sistema CVOL del Gobierno de Aragón, que permite acreditar de forma oficial las competencias que los voluntarios adquieren en cada uno de ellos. Así, se completa el CV del voluntario, que reconoce competencias como iniciativa y emprendimiento, trabajo en equipo, comunicación, inteligencia emocional o resolución de conflictos.