Hace poco más de un año, a las puertas de una de las mayores crisis sociales y sanitarias de la humanidad, Jaime Vila estrenaba su primer contrato laboral. Y lo hacía nada menos que en Becton Dickinson. Una multinacional dedicada a la tecnología médica. En su planta de Fraga, fabrica las jeringuillas que se usan para administrar la vacuna del COVID-19 en España, Estados Unidos o Inglaterra.
La particularidad de Jaime es que es la primera persona con discapacidad intelectual que se incorpora al día a día de la empresa y con un contrato laboral en igualdad de condiciones que sus compañeros. Se enmarca en una modalidad llamada Empleo con Apoyo impulsada por el Instituto Aragonés de Empleo que ha permitido que Valentia haya podido completar la inserción laboral en empresas ordinarias de cinco personas con discapacidad intelectual: Carolina de Miguel, trabajadora en la Residencia La Merced de Huesca; Héctor González, en Levitec; Javier Bercero en Automóviles Cabrero y Carlos Puigvert, en Residencia del Cinca.
Empleo con apoyo
«El Empleo con apoyo es una herramienta útil para todos: para nosotros como entidad social, para la empresa y, por supuesto, para las personas con discapacidad», asegura Belén Pérez, responsable de Inserción Sociolaboral de Valentia. Luis Gallego, preparador laboral en la inserción de estas personas, explica que «es un apoyo laboral directo, de manera que acompañamos físicamente al trabajador en su incorporación para ayudarle en la adquisición de las habilidades profesionales pero también en el aspecto social y relacional con los compañeros, los jefes, etc. Se trata de un apoyo que no desaparece nunca, puesto que estamos a disposición y en contacto tanto con el trabajador como con la empresa en cualquier momento».
Pilar Cortí, directora del Centro Ocupacional Bajo Cinca de Valentia en Fraga, recuerda que «Jaime era usuario del taller ocupacional, pero el paso a un puesto de trabajo con su nómina, sus vacaciones… ¡hasta su propia mesa! le ha cambiado la vida». «En la empresa se han volcado con él. Es uno más, completamente integrado, e incluso se ha convertido en el ojito derecho de sus compañeros», asegura. Una impresión que coincide con la de Luis Gallego, que destaca la conversión de estos contratos en indefinidos como la mejor muestra de la satisfacción de las empresas con el empleo con apoyo.
Cuando el empleo te cambia la vida
A Jaime Vila, la voz le suena a orgullo y felicidad. Es una de esas personas que habla de su trabajo con satisfacción, consciente de que lo que hace, lo hace bien. «Voy andando hasta el trabajo y allí hago tareas de oficina de 9 a 13 horas.», explica. «La gente es muy maja y tanto mis compañeros como mis jefes son simpáticos y muy amables conmigo», asegura. Después de un año en la fábrica de Becton Dickinson, sabe que desde su puesto de trabajo está ayudando a acabar con la pandemia, porque su empresa exporta las jeringuillas de la vacuna del COVID19. Y aunque sigue en contacto con sus compañeros del centro ocupacional y no se pierde los partidos de pádel de los lunes, lo tiene claro: «me gusta el trabajo y estoy mucho mejor que antes».
Empleo con Apoyo en las Charlas Impulsa
Las empresas más innovadoras han apostado por incorporar personas con discapacidad intelectual a sus plantillas con la modalidad de Empleo con apoyo y su satisfacción es total. Por eso Valentia organiza el próximo 6 de mayo una sesión informativa en la que se darán a conocer los detalles de este tipo de contrato, sus beneficios sociales y económicos y podrán conocer de primera mano la experiencia de las empresas y de las personas con discapacidad intelectual que han accedido a un puesto de trabajo.
Las charla será online y se podrá seguir a través del canal de Youtube de Valentia. Las inscripciones están abiertas en www.valentiahuesca.org.