Valentia, a la cabeza de los procesos de mejora en la atención a la discapacidad

Cuando lo que se busca es un cambio… nada mejor que implicar a los propios protagonistas. Por eso, Valentia ha puesto en marcha dos de sus principales proyectos de mejora sentando en la misma mesa a todos los que se iban a ver afectados por él: responsables, trabajadores, familias y, por supuesto, personas con discapacidad intelectual.
«Históricamente ha existido en el trabajo con las personas con mayores dificultades la tendencia a sobreproteger, a pensar en lo mejor para ellos… desde la óptica de los profesionales», explica íngel Rus, responsable de la puesta en marcha de estos proyectos en Valentia.
La evolución en el trabajo en el ámbito de los Derechos Sociales ha sido exponencial en las últimas décadas. Se han creado nuevos servicios y se han reconocido nuevos derechos. Además, se ha evolucionado hacia un concepto de ciudadaní­a plena de todas las personas, independientemente de sus capacidades funcionales.
«En este tiempo nos hemos centrado en dotar a las personas de los mejores recursos. Un trabajo diario para garantizar una vida plena y una variedad de servicios acorde a sus propias necesidades», recuerda íngel Rus, Responsable del Area Transversal de Calidad de Vida.
Sin embargo, los profesionales de Valentia detectaron una ví­a de mejora, un paso más allá en esa forma de atender a las personas con discapacidad intelectual que permita, no solo garantizar las mejores condiciones de vida, sino hacerlo además con toda la dignidad que ofrece el ser dueños de nuestras propias decisiones.

La persona, eje central del dia a dia

«Nuestra atención debe proporcionar las condiciones necesarias para que las personas sean protagonistas de sus vidas, diseñen y planifiquen su futuro. Que dispongan de los medios precisos para que las cosas que desean, sucedan de verdad. Nos encaminamos a que las personas tengan una vida que merezca la pena vivir», explica.
Y fue en ese contexto en el que la entidad de referencia en la atención a personas con discapacidad intelectual en la provincia de Huesca puso en marcha dos nuevos proyectos, complementarios entre sí­ y transversales a toda la organización: el programa de transformación de centros y la atención centrada en la persona.
En el primero de ellos, el trabajo se centra en los profesionales mientras el segundo trabaja directamente sobre las caracterí­sticas individuales de los usuarios. ¿El objetivo? que finalmente confluyan para garantizar la mejor atención a las personas con discapacidad intelectual.
Angel Rus, responsable de la puesta en marcha de este proceso en Valentia, reconoce que con este proyecto «no pretendemos desmontar nuestra forma de trabajar, sino mejorarla. Nos habí­amos centrado mucho en los servicios que ofrecemos y ahora es el momento de centrarnos más en las personas que los reciben». Y lo explica de la siguiente manera: «Siempre hemos estado atentos para detectar las necesidades de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, pero ahora queremos que sean ellos los que nos las digan y valoremos juntos cómo darles respuesta».

Preferencias individuales, decisiones conjuntas

Como casi todos las transformaciones que surten efecto y perduran en el tiempo, «hay que ir poco a poco; integrándolas en el dí­a a dí­a de forma natural», explica íngel Rus.
De lo que estamos hablando es de dotar de una mayor autonomí­a a las personas con discapacidad intelectual. Hay que darles confianza para tomar sus propias decisiones y asegurarles un futuro mejor, con mayor independencia y seguridad.
Desde el punto de vista de los familiares, ambos procesos favorecen su participación e implicación. Ahora, adoptan un rol situado en el mismo plano que los profesionales. Además, para ellos tiene una lectura especialmente optimista. «Una de las mayores preocupaciones tiene que ver con el futuro de sus hijos cuando ellos no estén o no puedan hacerse cargo. Comprobar como ganan en autonomí­a, como afianzan su propia personalidad y desarrollan sus propios proyectos de vida les da una enorme tranquilidad», explica Rus.
Por su parte, los usuarios de Valentia han visto reforzada su autoestima y respetadas sus decisiones. Como resumen desde el írea de Calidad de Vida «a veces resulta difí­cil quedarse al margen. Queremos lo mejor para nuestros usuarios. Sin embargo, tenemos por delante el reto de comprender que lo mejor para ellos es lo que ellos mismos decidan».
 


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