El voluntariado corporativo es todavía para la gran mayoría de las empresas un concepto desconocido. Y sin embargo, en ese 30% de organizaciones que han dado el paso movidos principalmente por la solidaridad, es ya un camino de no retorno.
Por eso en Valentia el papel del voluntariado ha sido uno de los pilares fundamentales para el funcionamiento de la entidad. Pero el cambio en las formas de colaborar con entidades sin ánimo de lucro ha dado un paso de gigante al pasar de considerarse una acción individual a ser una opción colectiva y con un gran potencial de crecimiento.
Así, el voluntariado corporativo básicamente se fundamenta en la colaboración de una entidad no lucrativa, como Valentia, y una determinada empresa que decide proponer a sus trabajadores colaborar de forma desinteresada y voluntaria en actividades o programas que la entidad lleva a cabo.
Voluntariado Corporativo, complemento de la Responsabilidad Social Corporativa
Por otra parte, la diferencia principal con la Responsabilidad Social Corporativa «“ otra de las formas más habituales de colaboración «“ es que gracias al Voluntariado Corporativo, se crean espacios compartidos y se llevan a cabo actividades en común. De esta manera, se consiguen experiencias muy positivas, que permiten el conocimiento mutuo y una cercanía real con las personas con discapacidad
intelectual o del desarrollo.
Entre las empresas que han dado el paso hacia el voluntariado corporativo, ya existe un 25% en las que participa más de la mitad de la plantilla. Empresas profundamente responsables que abren el camino a la auténtica integración.
Voluntarios por un día: aprendiendo a convivir
Así descubrieron los trabajadores de Deloitte lo rápido que pasa el tiempo en el taller de arte de Valentia, donde compartieron una tarde con los usuarios de este taller dirigido por el artista Eduardo Cajal. Para los empleados de la consultora, representó una jornada absolutamente reveladora en la que se desprendieron de los prejuicios en torno a las capacidades y discapacidades de las personas.
Para los usuarios de Valentia, supuso la oportunidad de trabajar codo con codo con personas con visiones diferentes, que aprendían de ellos y de su experiencia entre colores y texturas. Sin duda, una tarde diferente y emocionante que dejó a todos los participantes con ganas de más.
La experiencia del Vino Amigo: la experiencia pionera
En este sentido, entre los ejemplos de voluntariado corporativo más veteranos destaca la colaboración de Valentia y Enate. La bodega decidió impulsar el Vino Amigo que cada año elaboran los expertos viticultores de Enate en colaboración con los usuarios de Valentia y cuya etiqueta diseña un artista de primer nivel. Se trata, por tanto, de una iniciativa que permite acercar a nuestros usuarios al complejo proceso de la elaboración del vino a la vez que los empleados de la bodega descubren el valor de «œcrear nuevos espacios compartidos», como explica Alex Cebollero, responsable del írea Asociativa de Valentia.
Es por eso que para Ana Gallego, directora de Marketing y Comunicación de Bodegas Enate, «œel
arte, Valentia y la vinculación con el territorio hacen de esta experiencia una experiencia inolvidable».
ENAGíS. Más de cinco años juntos
Ya sabemos que existen tantas posibilidades de colaboración como empresas. Por eso desde Enagás, todos los años comparten una jornada de ocio y tiempo libre con los usuarios y profesionales del centro de Martillué. Así, el año pasado Más de 30 trabajadores de Enagás, procedentes de distintas ciudades españolas, participaron de un entretenido día de convivencia con los usuarios, personas con discapacidad intelectual, y trabajadores del Centro.
Ya lo ves, no importa el sector, ni el número de empleados. Solo es necesario un ingrediente: voluntad.
Y ahora que ya sabes qué es el voluntariado corporativo, ¿se apunta tu empresa?
¡Os esperamos!